En este entrañable álbum ilustrado los autores reflexionan sobre la importancia de lo poético en la vida cotidiana. Un búfalo y su dueño trabajan durante el año para preparar, cuidar y recoger el arroz. Mientras tanto, el pájaro les canta. Les acompaña con su trino, les alegra los días y les cuida. Por eso, cuando llega el momento de cosechar, el búfalo no tiene ninguna duda de que el arroz pertenece tanto a su amigo el pájaro como a ellos. Una interesante propuesta visual y poética, que hará pensar a los niños. En este entrañable álbum ilustrado los autores reflexionan sobre la importancia de lo poético en la vida cotidiana. Un búfalo y su dueño trabajan durante el año para preparar, cuidar y recoger el arroz. Mientras tanto, el pájaro les canta. Les acompaña con su trino, les alegra los días y les cuida. Por eso, cuando llega el momento de cosechar, el búfalo no tiene ninguna duda de que el arroz pertenece tanto a su amigo el pájaro como a ellos. Una interesante propuesta visual y poética, que hará pensar a los niños.

El búfalo y el pájaro

Había una vez un búfalo que vivía dentro del agua. Tenía dos cuernos magníficos, bien redondeados y muy puntiagudos que brillaban al sol.
Sobre la punta del cuerno izquierdo se posó un pequeño pájaro de color amarillo.
El búfalo estaba tirado dentro del agua como una gran piedra, con el cuello estirado a ras de agua, y haciendo burbujas. Bllll, blllll, blll.
Las burbujas corrían, danzaban sobre el agua, y desaparecían haciendo pequeños círculos concéntricos.
Hacía calor, calor, mucho calor.