Interesante libro, continuación de La jirafa blanca, que sigue narrando las peripecias de Martine Allen, una niña inquieta y amante de los animales que vive con su abuela en una reserva africana cerca de Ciudad del Cabo. Si Jemmy, la jirafa blanca, le había enseñado a Martine a comprender a los animales, en esta ocasión deberá poner a prueba toda su destreza con un grupo de delfines que pierden el rumbo tras salvar, gracias a su aguda inteligencia, a unos compañeros de Martine que sin su ayuda hubieran muerto ahogados. Interesante libro, continuación de La jirafa blanca, que sigue narrando las peripecias de Martine Allen, una niña inquieta y amante de los animales que vive con su abuela en una reserva africana cerca de Ciudad del Cabo. Si Jemmy, la jirafa blanca, le había enseñado a Martine a comprender a los animales, en esta ocasión deberá poner a prueba toda su destreza con un grupo de delfines que pierden el rumbo tras salvar, gracias a su aguda inteligencia, a unos compañeros de Martine que sin su ayuda hubieran muerto ahogados.

La canción del delfín

Cuando la profesora anunció que toda la clase iba a realizar una excursión marítima para ver la migración de las sardinas, Martine Allen imaginó unas sardinas enlatadas en escabeche, pero enteras y con zapatillas de deporte a juego, corriendo por la costa sudafricana.
Sin embargo, la señorita Volkner se refería a algo distinto. Según les explicó, era uno de los espectáculos más formidables de la naturaleza. Se trataba de una migración marina. En los meses de junio y julio, millones de sardinas salen de su lugar de nacimiento, frente al cabo de Agulhas, en la costa occidental sudafricana, en busca de su principal fuente de alimento, el nutritivo plancton...