El escritor de literatura infantil, narrador oral y director de teatro social Fran Pintadera es nuestro nuevo invitado a la sección con la que tratamos de elaborar el listado de autores y obras de literatura infantil y juvenil más influyentes de la historia.
Licenciado en Psicopedagogía, Diplomado en Educación Social por la UCLM y Técnico Superior en Integración Social, desde hace años su oficio es contar historias y acompañar a que otros puedan contar la suya. El humor, las posibilidades de la fantasía y la belleza de lo cotidiano son los ingredientes fundamentales de sus recetas artísticas.
Como narrador ha participado en un gran número de festivales de ámbito nacional, en multitud de Ferias del Libro, en actividades celebradas en bibliotecas, circuitos y programaciones culturales de casi toda la península. En su faceta de escritor ha publicado con sellos como Edelvives, SM, Kalandraka, Takatuka, Milrazones, Akiara Books, Libre Albedrío, Tres Tigres Tristes o La Guarida. Su obra se ha traducido en países como China, Turquía, Canadá, EEUU, Alemania o Japón.
A lo largo de estas décadas ha sido reconocido con importantes galardones como el XIV Premio Poesía Infantil Luna de Aire, el XI Premio Compostela de Álbum Ilustrado, junto a Christian Inaraja; el Premio Nacional 2018 a la Obra mejor editada (Ministerio de Cultura y Deporte) por Cándido y los demás... Además ha sido finalista del Premio Internacional de Poesía Infantil
Indispensables en la maleta LIJ de Fran Pintadera
Madrid: Prometheus Classics
Si hay un libro que me cambió la vida fue este. Desde la misma portada en la que un joven Bécquer miraba con aire profundo y, sin embargo, esquivo. Siempre me dio la sensación de que ocultaba algo. Así eran sus leyendas, profundas y misteriosas, con la sensación constante de que había algo por descubrir o, peor aún, que algún giro en la trama te dejaría helado, con el libro entre las manos. Recuerdo que con sus leyendas aprendí la palabra «lúgubre». Aún hoy creo que no hay un autor con el que esa palabra se sienta tan representada. Mención especial para «El monte de las ánimas», mi relato favorito.
Traducido por Maribel de Juan
Tres Cantos (Madrid): Loqueleo Santillana
Hablar de Roald Dahl es una colección de indispensables es hacer trampa. Se podría escoger cualquier libro al azar y siempre sería un acierto. Creo que con «Las brujas» fue la primera vez que recordé el nombre de un autor. Me dije algo así como «¡Eh! Si este Roald ha sido capaz de escribir una historia como esta, seguro que tiene más cosas publicadas igual de buenas». No me equivocaba. «Las brujas» para mí fue un viaje inciático en el comprendí que la literatura infantil puede ser divertida, cruda y cómplice. Entendí que los autores (los buenos autores) juegan en el equipo de los niños.
Tres Cantos (Madrid): Loqueleo Santillana
Me gustan las historias de miedo. Mucho. Por eso cuando leí este libro, ya de grande, fue como si mi cuerpo entero aplaudiese. Soy de la idea de que los cuentos de miedo han de dar miedo y con «¡Socorro!» (aún siendo adulto) me estremecí en numerosos momentos. Me encantó la manera de meterte de lleno en la historia desde las primeras frases de cada cuento. Daba la sensación de que conocías a cada uno de los personajes que aparecían. El acertado uso de las palabras hacían que estuvieran allí, junto a uno. Según avanzaba el relato sabías que saldrías diferente a cómo habías entrado. Imagino que algo así debe ser la buena literatura. Tengo un gran número de autores argentinos en la biblioteca, pero el nombre que más veces se repite es el de Elsa. Se lo ganó a pulso.
Boadilla del Monte (Madrid): SM
Otro libro al que le desgasté las hojas. La vaca Mo fue una gran compañera en mis años mozos. Ya en el capítulo uno me tenía convencido, cuando comenzó a hablar con El Pesado, su conciencia. Pero la cosa no iba solo de reírse. De pronto me vi metido en una historia de intriga y de códigos secretos. Creo que me sorprendí al ver que un mozalbete como yo estaba leyendo una novela protagonizada por una vaca, y, sin embargo, la trama y el tono no me resultaban infantiles. Claro, que aún no había leído «Rebelión en la granja». Fue un pasito más en mi camino como lector, ese que me acercó a las inagotables posibilidades de la ficción.
Boadilla del Monte (Madrid): SM
Me parece una obra sublime, tierna, bella, infinita. Un clásico contemporáneo con mayúsculas. Zambullirse con Chispas es adentrarse en la humanidad que habita en cada pirata más allá de sus pintas y sus tatuajes. Llanos no decepciona al lector ávido de historias piratescas, al contrario, las ofrece con generosidad y tesoros escondidos. Pero hay algo de fondo, algo que late en la novela y la sostiene, como el mar al Cruz del Sur. Quizá el mayor de los tesoros: el placer de la lectura, de descubrirla, de hacerla posible. Recuerdo habérselo leído a mi hijo cuando tenía ocho años. Entonces entendí que solo hay una cosa más grande que descubrir la lectura, y es el regalo de la lectura compartida. Ese verano, Barracuda y los suyos, con toda su piratería, me emocionaron hasta las lágrimas. Sin duda, un gran libro para llevar a una isla desierta.
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Biografía e imágenes extraídas de la web www.franpintadera.com (c)
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