El reconocido Premio Internacional para álbumes ilustrados "Compostela", que organiza cada año la editorial pontevedresa Kalandraka, en colaboración con el Departamento de Educación del Ayuntamiento de Santiago; recayó en su XVI edición en esta obra de la que el jurado destacó el valor de su narración “ágil y tierna” que logra que el lector “se reencuentre con su propia esencia”. Los especialistas también recalcaron el trabajo gráfico desempeñado por Anna Font (“cromatismo desbordante y lleno de matices"); en el que se atisba un profundo conocimiento en el arte secuencial y un discurso narrativo inteligente y seductor. El relato es una metáfora que reivindica el valor del silencio y la calma, especialmente en el mundo contemporáneo donde es tan difícil encontrar un reducto para disfrutar de ambos conceptos. Núria Figueras idea una trama muy original centrada en la experiencia de una pequeña raposa que debe quedarse sola en la madriguera durante la ausencia de su madre. Pese a sus temores iniciales, conocerá a un simbólico personaje junto al que pasará una velada tan relajante como inolvidable, bañada en los colores y sugerentes diseños que aporta Font (a quien recordamos por "La cabra Serafina" y "¿Llueves o haces sol?", entre otros trabajos) Citar también que el otro proyecto finalista, en esta edición, fue “Tarde de sapo”, de Maite Mutuberria; y “Vent”, de Gerard Sancho, mención del jurado, en una convocatoria a la que se presentaron más de doscientos sesenta trabajos enviados desde distintas partes de la geografía mundial.

Ahora que, tras varios años de silencio, el guionista y dibujante norteamericano Bill Watterson vuelve a la carga con nuevas historias, es buen momento para recuperar algunos de sus grandes hits. Y entre ellos pocos con tanto calado entre el público de todas las edades como las tiras cómicas de Calvin y Hobbes. "Un mundo mágico" recoge trabajos en prensa (casi siempre en páginas "dominicales"); que vieron la luz a mediados de los años noventa del siglo XX, reflexiones, aventuras cotidianas e instantes hilarantes que nunca pasan de moda, protagonizados por una de las parejas más célebres del comic internacional. Por sus páginas desfilan otros grandes secundarios de la saga como la compañera de clase, sus padres o la canguro Rosalyn, sin olvidar a esos peculiares muñecos de nieve que tan bien fabrica Calvin. Siempre bañados en ternura y emotividad, pero también con brochazos de inconformismo y mal humor, la selección de viñetas reune, en una edición de lujo, algunos de los más brillantes pasajes de los paladines del humor inteligente, presentados como siempre con el depurado estilo -de trazo limpio-, que encumbró al genio de Washington al olimpo del noveno arte.

En los años ochenta y noventa periódicos de todo el mundo publicaron las tiras protagonizadas por esta peculiar pareja formada por Calvin, un niño de seis años, y Hobbes, un peluche con vida propia; universalizando sus divertidas (y reflexivas) aventuras y convirtiendo cada tomo recopilatorio en éxito superventas. Desde el punto de vista "inocente" del pequeño, en realidad el filtro inteligente que Watterson aplica a sus creaciones, desfilan temas trascendentales al mismo tiempo que surgen, de forma natural, las travesuras propias de la edad. Entre risas y enfados cotidianos, los personajes mantienen conversaciones sobre temas políticos, culturales, o sociales, sin eludir situaciones provocadas por el eterno conflicto generacional con los padres. Este tomo recopilatorio combina viñetas en blanco y negro y color, e integra diversas etapas creativas entre ambas décadas del autor norteamericano, que siempre veló por la integridad de sus creaciones sin permitir la explotación comercial de su galeria de personajes ni adaptaciones a la pequeña o gran pantalla. Desde que dejaron de publicarse estas historias en 1995 comprobamos que su poso ha ido creciendo. El estilo único para provocar el conflicto interior en el lector y la gran calidad técnica desplegada por el dibujante es evidente, de hecho la serie está considerada como una de las más influyentes (reconocido así por otros creadores norteamericanos de comic book); y ha sido refrendada con los más altos reconocimientos de la industria cuando aún estaba en la cima del éxito (dos Eisner, dos Reuben, ocho Harvey, el premio al mejor cómic extranjero y el gran premio en el Festival Internacional de Angoulême...) Esta versión cuenta con una traducción revisada y está editada con elegancia, en gran formato, por Astiberri. 

Otras obras de Calvin & Hobbes en Canal Lector

Segundo episodio de las increíbles aventuras protagonizadas por la entrañable Aurora, un personaje que cautivó en el debut gracias a sus extrañas habilidades. Cumpliendo la promesa dada en el primer volumen, el inspector Jouvet confía en ella a la hora de investigar un robo de libros antiguos y una misteriosa desaparición. El don que posee para adivinar lo que piensa la gente, sin embargo, no siempre es solución para todas las sorpresas que se producen en el transcurso de la trama, un noir infantil salpicado de sospechas de asesinato, interrogatorios, giros inesperados… Sfar, uno de los grandes del cómic francés, aporta un universo gráfico acorde a su trazo sinuoso e inimitable bañado en acuarelas. La novela, a pesar de sus trescientas páginas, nunca ofrece momentos de tedio a base de fusionar temáticas, introducir crítica social y buenas dosis de suspense y aventura. La mezcla conforma una narrativa adictiva para preadolescentes lectores que promete nuevos episodios… Puede leerse perfectamente de forma independiente.

El capítulo final de la trilogía protagonizada por Zackarina, una niña que describe conflictos habituales en los chicos y chicas de su edad (incomprensión de su mundo por parte de los adultos); ahonda en esos sentimientos y recelos y muestra la evolución positiva de sus emociones, gracias sobre todo a la empatía del insólito amigo, el lobo de arena, al que conocimos con mayor profundidad en la primera aventura. Ese ser atemporal e imaginario ha brindado un apoyo crucial en todo el proceso que va de la niñez a la adolescencia, ayudando a procesar grandes misterios y asuntos vitales y a forjar una carismática personalidad que ha cautivado a miles de lectores no solo en Suecia, país en donde la serie es muy popular, gracias a su imaginativa puesta en escena y a la calidad de su narrativa, tan desnuda de artificios como plena de sensibilidad y buen gusto. De nuevo la artista argentina María Elina Méndez transforma los diálogos y situaciones en bellas e inspiradoras estampas confeccionadas bajo elegantes patrones (para los que parece haber utilizado, entre otros materiales, acuarelas).

Un par de minutos fuera de casa son suficientes para que una niña transforme el escenario cotidiano en un particular “campo de batalla”, poblado de personajes fantásticos y variadas y surrealistas excusas nacidas de su imaginación para evitar el conflicto. A medida que las preguntas desmontan la coartada de la protagonista, los lectores van encontrando coherencia a la historia ante la inesperada aparición de un personaje que habilita la reconciliación. Nanen pone luz y color a esos momentos en los que un adulto debe pedir cuentas ante el desorden y lidiar con la encendida inventiva de los más pequeños con la que justifican sus travesuras.  

Kókinos inicia una línea editorial centrada en el cómic para pequeños lectores (Kómikids) con las aventuras de Adèle, una niña de difícil carácter y complicada convivencia. No deja títere con cabeza: sus muñecos, Papá Noel, los compañeros de clase… Salvo su peculiar amigo imaginario, Magnus (un joven teóricamente fallecido en plena Revolución Francesa); pocas personas merecen su confianza y aprobación. Ante su mirada crítica y mordaz los padres deben armarse de paciencia para mantener la moral intacta en el día a día, las chicas del colegio reafirmar su autoestima para resistir los envites y frases afiladas que las dedica, y Flavio, aspirante a ser su novio… Como señala en su descripción inicial no está en contra de tener un compañero puesto que “está muy bien tener siempre a mano a alguien a quien torturar y que, encima, le guste”. Pequeñas historietas de dos a cuatro viñetas de extensión que resumen la filosofía de vida de una adorable gruñona a la que, a pesar de todo, puede que cojas cariño. En el fondo su mirada crítica tiene un noble propósito… O al menos eso estamos pensando entre carcajada y carcajada. ¿Preparado para conocer a esta pequeña? Humor negro y corrosivo a raudales en las aventuras de una niña “rara”, en el mejor sentido del término, ¡y encantada de serlo! Las dos primeras publicadas en español son “Esto va a acabar mal” y "El infierno son los otros", y vienen avaladas por un inmenso éxito editorial en Francia (sobre el autor del guion ya habíamos hablado con anterioridad en Canal Lector a raíz de su álbum "El monstruo del armario existe... ¡y te lo voy a demostrar!"

Berta es una niña extremadamente ordenada, tanto que –al igual que los juguetes-; esconde sus sentimientos y es recelosa de mostrar a los demás las emociones. Un pequeño conflicto en la escuela genera una inquietud que no es capaz de deshacer ni siquiera a través de su “terapia” habitual (hacer puzles); las piezas del juego conforman el “monstruo” al que debe hacer frente de una vez por todas para convertirse al fin en una niña feliz y comunicativa, y en ese proceso necesitará la escucha activa por parte de sus seres queridos. Una propuesta para pequeños lectores que aborda, de forma distinta, la manera de gestionar las emociones en la primera infancia. Estructurada en formato de álbum ilustrado, las imágenes -de grandes dimensiones-; están presentadas a sangre, en colores vivos y protagonizadas por personajes en los que se enfatiza la expresividad, tónica habitual en algunos de sus trabajos anteriores.  

Desde que llegaron al nuevo país, la protagonista se ha mostrado presionada y siempre alerta frente a lo que podría encontrar. Aunque ella ha considerado el miedo (presentado como un amigo imaginario), un compañero en el que apoyarse cuando aparecen las dificultades, es consciente de que en el momento en que se pierden las riendas hay que desterrar temores y afrontar la realidad libre de pesadas cargas. Sanna, multipremiada por su inolvidable El viaje, retoma el espíritu de aquel álbum para expresar, como siempre con una sensibilidad exquisita, otros terrores “invisibles” a los que deben enfrentarse los que se ven obligados a abandonar su tierra en busca de un futuro mejor. A lo largo de las páginas comprobamos las dos caras de nuestra timidez, explicadas a través de las reflexiones de la protagonista y plasmadas en hermosas ilustraciones modeladas en un juego de colores armónico. Los refugiados y la integración social son, como en el citado trabajo anterior, la base para construir este sugerente remedio ansiolítico ante los cambios, una historia a la que asirse en los momentos de duda.

¿Recordáis aquellos mágicos tesoros de la niñez? Globos deshinchados, canicas, tres o cuatro monedas, alguna flor seca...Pequeños objetos que simbolizan sagrados momentos de felicidad y que Mattiangeli utiliza para introducirnos en los rincones más profundos de la creatividad e imaginación de los más pequeños. Hannah no aparece por ningún sitio, pero los lectores sabemos que está bien, junto a su misteriosa amiga, la Extraña Criatura Peluda, ocultas entre las ramas, ajenas a un mundo que sigue su curso (personas que leen en los bancos del parque, deportistas, paseantes solitarios...); lejos de los horarios y las rutinas, viviendo una realidad mucho más apasionante, una vida que también es posible diseñar sobre una hoja en blanco. Las autoras obtuvieron el Premio Rodari 2019 por este bello canto al ingenio infantil ilustrado con la sensibilidad y delicadeza habituales de Felicita Sala.

Detrás de todas estas grandes personalidades hubo una mascota que alegró sus días, un animal que de una forma u otra significó algo especial en la obra o en la trayectoria vital de genios irrepetibles tan dispares como Frida Kahlo, Andy Warhol, Gustav Klimt, Virginia Woolf, Charles Dickens, Dorothy Parker, Dalí, Einstein, Freud, Newton, Picasso, Mozart, Hemingway, T. S. Elliot, Matisse o Karl Largelfeld. Perros, gatos e insospechados e inspiradores acompañantes que ahora puedes descubrir gracias a esta curiosa, divertida e instructiva recopilación, un libro informativo que replantea los esquemas habituales de este tipo de obras de consulta y ofrece nuevos esquemas para acercarse a las vidas de personajes fundamentales de la cultura mundial. Pintores, escritores, artistas de variado cuño representados en elegantes retratos, a página completa, en compañía de sus discretos (en su mayor parte) amigos a través de las ilustraciones de Katherine Quinn. Los textos, que aportan sorprendentes hallazgos y alaban las figuras de los protagonistas, están firmados por Ana Gallo. Un soplo de aire fresco.

Frida Kahlo, nacida a comienzos del siglo XX, es una de las pintoras más célebres de la historia. Su legado artístico es de sobra conocido, sin embargo poco sabíamos de su infancia. Gracias al diario que escribió unos años antes de morir descubrimos que uno de los recuerdos más felices de aquel tiempo es el de la amiga imaginaria que, como a muchos niños, acompañó a Frida en juegos y aventuras durante cierto tiempo. Con pocas palabras, pero profundamente conmovedoras, la artista se sincera y evoca los días en los que podía acceder a otros mundos a través de una puerta dibujada con su dedo sobre el vaho, o los paseos diarios hasta la lechería Pinzón. El artista italiano Gianluca Folì traza un recorrido visual tan mágico como aquellos recuerdos, tratando de recoger la esencia misma que definió la obra pictórica de la mexicana, insertando elementos propios del folclore azteca y con una presencia constante de flores para perfumar esos sentimientos tan evocadores que se comparten en esta cuidada edición, que incluye una breve biografía a modo de epílogo.

A la hora de ir a dormir, los pequeños más remolones tiran de imaginación para inventar excusas surrealistas y, a menudo, desternillantes con las que evitar que se acabe el día. Armado de paciencia, el papá de la protagonista asume que debe cuidar a su amigo elefante como si fuese su propio hijo, y por tanto cumplir a rajatabla una serie de rituales y pasos que permitirán conseguir el objetivo final. El candor de las ilustraciones, que representan escenas cotidianas en cualquier familia con niños, y las expresivas tonalidades elegidas por la autora para captar la dulzura del relato, ensalzan la imaginación desbordante que desarrollamos en la infancia y homenajea aquellos inolvidables amigos invisibles, una fantasía normal en los niños de entre 2 y 7 años

El autor peruano ofrece una apasionante historia de aventuras en la que fantasía y realidad se entrelazan a un ritmo vertiginoso con maestría y eficacia narrativa. La separación entre ambos mundos es a veces tan tenue que el lector no termina de descubrir en qué plano se encuentra. Y esa confusión, lejos de turbar, ayuda a disfrutar de esa dicha disruptiva que apasiona a los niños, cuando se aprecia la magia de las buenas historias porque les permite evadirse de la realidad para penetrar liberados en el mundo de lo onírico y lo irreal. El relato está protagonizado por Matías, un chico discreto, casi un antihéroe, que no participa de las actividades que propician la socialización y el “prestigio” en clase, como el fútbol, sin embargo va a trabar amistad con otros personajes, mucho más sugerentes que los chicos que pueblan el aula, nacidos de la imaginación de su añorado abuelo. El príncipe Guillermo, el brujo Gorgon y el hada Luz vuelven a tener actividad tras un largo periodo de silencio. La historia, rebosante de creatividad, fantasía e ilusionismo, ha sido recuperada por Siruela cuando se cumple el octavo aniversario de la desaparición del ilustrador Ulises Wensell, autor de las imágenes que aderezan el relato, y que obtuvo en su momento distinciones tan importantes como el Premio Nacional de Ilustración, el Premio Lazarillo o el Owl Prize en Japón.

El trabajo artesano de Xan López, todo un referente en la historia de la ilustración dentro de la literatura infantil española, nos permite conocer en primeros planos la anatomía del travieso, pero encantador, duende Tikismikis. Un personaje burlón pero indispensable en la jornada de cualquier niño, pues ayuda –entre trastada y trastada-, a proteger el sueño y las ilusiones de los más pequeños. Escondido entre los alimentos más ricos de la despensa puedes descubrir, cada mañana, la figura de un ser feliz y bailarín que emparenta con otras figuras procedentes de la mitología tradicional, y que conocemos en su máximo esplendor de la mano de Laura Garzón. Los textos se presentan en letra ligada y las imágenes han sido concebidas fusionando procedimientos tradicionales con retoques digitales. Una sencilla y colorida propuesta para incentivar la imaginación de los primeros lectores.  

Ante la necesidad de compartir sus sentimientos e inquietudes cotidianas, Arthur (bastante cansado de su hermano Liam y de que sus padres siempre estén ocupados), decide dar vida al Señor P, un adorable oso polar que se instala en el hogar familiar adaptándose a las rutinas del protagonista y transformando su existencia. Mr. P tiene todo lo que un amigo puede buscar: sabe jugar al fútbol decentemente, parece mostrar empatía ante los problemas, hace que todo sea más divertido… Es el punto de locura que precisaba y la chispa que ayudará a recuperar el equilibrio en casa. El pequeño siente el apoyo en pleno proceso de crecimiento personal pero tal vez aún no es consciente de que nada en la vida es eterno, e incluso un capítulo tan maravilloso como la infancia puede desvanecerse el día más inesperado con un simple gesto. Los autores combinan diferentes tamaños de tipografía y alternan la historia con ilustraciones en blanco y negro, centradas sobre todo en describir la vida cotidiana del oso y el niño, para llamar la atención de un lector que caerá rendido irremediablemente ante el carisma del desmañado plantígrado. 

Un emocionante monólogo, aunque construido como una polifonía en donde intervienen cuatro personajes, nos acerca a las vivencias cotidianas de Violeta, lances a medio camino entre la vida real y la fantasía que esconden otros aspectos amargos que el lector puede intuir a medida que avanza la historia y se adentra en el particular ecosistema que proponen los autores. La trama, en fondo y forma, constituye un interesante aporte de imaginación y originalidad al lenguaje teatral, con un léxico rico y de aroma poético que seducirá a los jóvenes y por los que ha sido distinguido con el Premio ASSITEJ España para la Infancia y la Juventud 2016.

Avalado por los UKLA Awards y por las palabras de elogio de numerosos autores y artistas, la conmovedora historia atrapa desde los desgarradores versos de Christina Rossetti con los que arranca la presente edición, una delicada apuesta ilustrada de gran belleza que narra de forma simbólica un proceso vital por el que inexorablemente han pasado (o pasarán) todos los lectores. Amanda Shuffleup, una joven que vive junto a su mamá, confía ciegamente en su mejor amigo, Rudger, alguien especial (e intangible) a quien aprecia por encima del resto y que ahora está amenazado. Para sobrevivir junto a ella y superar la persecución implacable que el siniestro y estrafalario Sr. Bunting ha iniciado necesita una buena dosis de imaginación y todo el apoyo de la protagonista y algunos viejos conocidos. Una historia original, emocionante y un tanto espeluznante aliñada con una propuesta gráfica de muchos quilates que alterna color y blanco y negro, repleta de estampas mágicas e incluso un folioscopio en la parte inferior de algunas páginas. Imprescindible para lectores a partir de los nueve años.

Todos tenemos un bosque dentro. El protagonista del relato, estructurado en una espectacular colección de imágenes que no necesitan palabras para emocionarnos, descubre un amigo en comunión con la naturaleza. Fiel a su semejante camina entre brumas, bandadas de pájaros, bosques y estrellas hasta la ciudad. Allí, lejos de la belleza y la sencillez, el niño y su inquietante amigo se diluyen, se fusionan al mismo tiempo que los lectores planteamos varias cuestiones en nuestras cabezas. Abrumados por el poder de las ilustraciones, fruto de una técnica mixta, tal vez descubramos la floresta interior. La obra fue la ganadora del prestigioso concurso de Álbum Ilustrado A la orilla del viento en su XIX edición.

El cambio de casa de un niño y cómo lo siente/percibe él. Una historia muy bien secuenciada tanto en el texto como en la ilustración. Esta última nos ofrece más datos que la narración escrita. Peter, el protagonista, es un niño que siente el bosque cercano a su nueva casa como una amenaza. Para llegar a esta es necesario atravesar un puente. No le gusta el nuevo sitio. Tiene como compañía a su perro Harold y para sentirse seguro construirá a dos nuevos amigos imaginarios. Un álbum que refleja muy bien el mundo infantil.

Una anécdota cotidiana, las travesuras de Miranda y el enfado que provocan en casa, sirve como pretexto para presentar a los más pequeños algunos conceptos fundamentales del mundo del cómic: las onomatopeyas, continuamente utilizadas por los amigos imaginarios de la niña; las líneas cinéticas, esbozadas en los movimientos de algunas de las divertidas figuras que acompañan a la protagonista; o los bocadillos, enmarcados o no, que contienen una narración manuscrita en donde el humor, las bromas y el juego con la repetición de palabras conforman una interesante propuesta, colorida y sencilla, en la línea de otras apuestas innovadoras de la misma editorial.

Un pequeño tiene un enorme mastodonte en casa. Por más que le pide que tienda su cama, que haga la tarea, que se bañe… el enorme mastodonte siempre contesta con un enorme ¡NO!, hasta que se ve obligado a gritarle a todo pulmón “Más te vale mastodonte”. Ingenioso relato que retrata a esa bestia que, desde la niñez, se lleva dentro. Una propuesta inteligente en la que más de un pequeño se verá reflejado. Las diversas técnicas de las artísticas ilustraciones, invitan a mirar detenidamente cada página.

El inolvidable protagonista de Mi planta de naranja lima continúa su periplo vital; todavía es un niño que disfruta con sus travesuras, pero está a punto de entrar en la adolescencia cuando, gracias a  la inteligencia y la buena disponsición para el aprendizaje que ha mostrado desde pequeño, surge la posibilidad de trasladarse a la capital de la provincia para seguir estudiando, y así cambiar su destino y el de su familia, a quien el bueno de Zezé no olvida pese a la distancia y a la escasa generosidad que ha recibido por su parte. La novela, narrada en primera persona por el protagonista, es un prodigio de sensibilidad bien entendida, de ternura y de empatía con el sufrimiento humano; presenta un tono menos sombrío que la primera parte de la biografía del niño, pero en todo momento el lector es consciente de las dificultades y renuncias asociadas a la pobreza, y de la absoluta necesidad de la imaginación (ejemplificada en los amigos imaginarios que la mente del pequeño crea) para hacer soportable la realidad a sus víctimas. Clásico de las letras brasileñas, de lectura imprescindible.

Nuestra pequeña protagonista emprende viaje para llevar a su abuela la rica tarta que su padre -¡qué despiste!- ha olvidado al salir de casa. Cual moderna Caperucita, Kiko se adentra en el bosque siguiendo las huellas de su padre en la nieve, hasta que sucede algo inesperado: en lugar de un lobo feroz, en medio del desolado paisaje surge la silueta de una casa... Interesante reelaboración del cuento tradicional en la que los animales salvajes no son el receptáculo de los miedos infantiles -quizá porque no ignoramos que el verdadero daño lo reciben los niños de sus congéneres- y donde se invita a considerar que una poderosa imaginación es una gran compañera en la infancia (¡y siempre!): alivia la angustia, refuerza la autoestima y alimenta la fantasía y el juego. En suma, ayuda a crecer más feliz, que no parece poca cosa. Magnífica historia de la autora e ilustradora nipona Akiko Miyakoshi.

Laura tiene que abandonar su pueblo para ir a vivir con su tía Daniela a la ciudad. La niña ha quedado huérfana de madre, su padre nunca se interesó por ella; ahora se siente sola y triste, añora las caricias de su madre, sus juegos, sus rutinas. En el estanque del parque encuentra un amigo que la seguirá allá donde vaya y la defenderá de cualquier peligro, se trata de un cocodrilo. Solo Laura puede verlo. Con él protagonizará una arriesgada aventura. Una historia llena de sensibilidad, de intriga y emoción, que atrapará y sorprenderá al lector.

Santi tiene un amigo imaginario, un dragón. Hasta ahora, sólo se lo podía imaginar, pero el día que tropieza con una alfombra y derrama sobre ella una botella de aceite, el dragón aparece en su habitación. Como no tiene nombre, Santi, lo llama Lumpi lumpi. Juntos viajarán a Marruecos en busca de una alfombra igual a la que el niño manchó. En el camino se encontrarán algunos peligros, y es que no es nada corriente viajar ¡con un dragón azul!

El protagonista de esta historia tiene varios secretos, pero el más importante es la existencia de un castillo justo en medio de su patio. Agustín, su amigo, no le cree del todo. Entonces algo sucede y ambos deciden entrar al misterioso lugar. Recorren pasillos que dan varias vueltas y se acuerdan de los laberintos. Llegan hasta donde está encerrado el dragón y le sacan la lengua. Pero este no es el único secreto de nuestro narrador. Esta historia nos muestra el particular punto de vista de un niño sobre la realidad cotidiana.

El pequeño Alfonso quisiera ser feliz, pero le cuesta mucho aprender y madurar, dejar atrás aquel inocente e inconformista que jugaba con su reflejo en los charcos. Personajes esquemáticos, que se mueven en un escenario bicolor en una dulce travesía sobre el amor, el conocimiento de sí mismo y los temores, en una original propuesta narrativa sin bocadillos, similar a los nuevos códigos de comunicación instantánea, que entronca con las temáticas de algunos álbumes ilustrados de referencia.

A Max nadie lo entiende y todos, hasta los profesores y sus propios padres, quieren que sea de otra manera. Solo Budo le entiende. Siempre le ayuda cuando necesita algo y le aconseja en situaciones difíciles. El problema es que Budo es un amigo imaginario. Así que solo existe en la cabeza de Max, y cuando  éste se enfrenta a un problema serio de verdad, sólo podrán contar el uno con el otro. Mathew Dicks es el autor de esta novela protagonizada por personajes ingeniosos, increíbles e invisibles.

Para algunos niños, asistir a la escuela puede ser un asunto de supervivencia y este título recoge precisamente dicha temática, el abuso escolar. El personaje protagonista, Leo, sufre constantes burlas por parte de sus compañeros de clase. Su ingenio y soledad le ayudarán a construir un amigo imaginario que será el encargado de transmitirle confianza en sí mismo y superar sus miedos. La autora desdramatiza la situación infiltrando una perspectiva humorística a la que se suman unas ilustraciones muy caricaturescas.