Álbum apaisado en formato de cómic. Recrea una historia familiar protagonizada por unos monstruitos o extraterrestres. Max, el protagonista, con la buena intención de ayudar a pagar la caravana que tan cara le ha costado a su padre, decide cobrar la entrada a los niños que desean verla por dentro. La moneda son caramelos o chicles. Su ingenuidad permite que los niños se hagan con la caravana y en un descuido el freno de mano se levanta y el vehículo se pone en movimiento y choca. Una historia no exenta de reprimenda.
Álbum apaisado en formato de cómic. Recrea una historia familiar protagonizada por unos monstruitos o extraterrestres. Max, el protagonista, con la buena intención de ayudar a pagar la caravana que tan cara le ha costado a su padre, decide cobrar la entrada a los niños que desean verla por dentro. La moneda son caramelos o chicles. Su ingenuidad permite que los niños se hagan con la caravana y en un descuido el freno de mano se levanta y el vehículo se pone en movimiento y choca. Una historia no exenta de reprimenda.
Una caravana chulísima
¡Piiii! ¡Piiii! Hola. Me llamo Max. El otro día estaba en el jardín cuando unos bocinazos me sobresaltaron. ¡Sorpresa! Era mi papá que acababa de comprar una caravana.
–¿Te gusta, hijo mío?
-¡Sí! ¡Este es el mejor día de mi vida!
–¡Pues haz la maleta que nos vamos de viaje!
–¡Fíjate, hijo mío! ¡Mira qué paisaje más bonito!
–¡Más deprisa, dominguero!
Era una caravana muy cara; pero mi papá dijo que valía la pena, porque podríamos usarla durante muchos años y haríamos un montón de viajes fenomenales.