Sierra i Fabra mantiene su incombustible ritmo de publicaciones alternando las propuestas para el público infantil, juvenil y adulto. Con esta novela retoma una fórmula que, en su momento, le granjeó muchos éxitos y satisfacciones (obras que giran en torno a un caso para resolver y en donde hay algún profesor o profesora implicados); y construye una nueva trama que pondrá a prueba la sagacidad de los lectores. El hilo conductor parte de una serie de extrañas cartas que han recibido distintas personas del pueblo. Catalina, a punto de cumplir diez años, es una escritora aficionada que asiste atónita a inesperados cambios de actitud por parte de una profesora. La causa de su comportamiento es la inquietud que generan los anónimos rimados (y amorosos), que llegan a sus manos. En el pueblo pronto la noticia se convierte en tendencia, máxime cuando ocurre lo mismo con otros habitantes de distinta condición, desde el alcalde hasta las madres de alumnos. Alguien parece empeñado en alterar la convivencia y poner en jaque la plácida vida rural, por eso la protagonista y sus amigos Sergio y Elena, pondrán los cinco sentidos en descifrar el origen de todo el desaguisado. Para ello es fundamental la complicidad del lector. Kike Ibáñez, fiel a su estilo habitual, aporta dinamismo y color con sus ilustraciones para avivar el misterio.
Sierra i Fabra mantiene su incombustible ritmo de publicaciones alternando las propuestas para el público infantil, juvenil y adulto. Con esta novela retoma una fórmula que, en su momento, le granjeó muchos éxitos y satisfacciones (obras que giran en torno a un caso para resolver y en donde hay algún profesor o profesora implicados); y construye una nueva trama que pondrá a prueba la sagacidad... Seguir leyendo
El misterioso caso de los anónimos espeluznantes

EL CONCURSO LITERARIO
CATALINA HABÍA DESCUBIERTO un premio literario para menores de 18 años. Una maravilla.
Por fin alguien se preocupaba de fomentar la escritura entre los candidatos a Premio Nobel de futuro. Claro, que si tenía que competir con chicos y chicas de 16 o 17...
No le importaba.
Mejor, así tenía más oportunidades.