Con un lenguaje claro, ameno y desenfadado se condensan en este librito una gran cantidad de conocimientos, desde las características de la Luna hasta la carrera espacial –contada por un alienígena–. Lo teórico se vuelve práctico y concreto gracias a los experimentos sencillos y esclarecedores que se proponen, bien iluminados con ilustraciones a plumilla que añaden unas gotas de humor. En el ámbito escolar dará mucho juego esta brillante demostración de que la ciencia puede ser una materia fascinante y divertida.
Con un lenguaje claro, ameno y desenfadado se condensan en este librito una gran cantidad de conocimientos, desde las características de la Luna hasta la carrera espacial –contada por un alienígena–. Lo teórico se vuelve práctico y concreto gracias a los experimentos sencillos y esclarecedores que se proponen, bien iluminados con ilustraciones a plumilla que añaden unas gotas de humor. En el ámbito escolar dará mucho juego esta brillante demostración de que la ciencia puede ser una materia fascinante y divertida.
Cómo... construir un cohete espacial.
El 20 de julio de 1969, Neil Armstrong descendió, embutido en su engorroso traje espacial, por la escalerilla de su módulo lunar y dio los primeros pasos en la Luna, algo que el hombre había soñado durante miles de años. Sus palabras tal vez sean las más famosas que se hayan dicho jamás, aunque en realidad lo que pudimos oír fue: «Éste es un pequeño paso para el hombre, pero […] un gran salto para la Humanidad».