Las puertas de Ácronos
Susana Lozano acababa de cumplir dieciséis años el día que se adentró, con paso inseguro, a través del control de pasaportes de la terminal T4 en el aeropuerto de Madrid-Barajas. Tras recibir el visto bueno del impasible policía, se volvió para despedirse del mundo que había conocido hasta entonces.