Las extrañas vacaciones de Davie Shaw
Davie Shaw tenía unos padres sin sentido de la responsabilidad, pero, a pesar de ello, era feliz. A Davie Shaw, cuando aún no había cumplido los trece años, le gustaba despertar a su madre y decirle: «Mamá, anoche olvidaste apagar las luces del comedor, y fui yo quien tuvo que apagarlas». También le gustaba decir a su padre: «Papá, olvidaste cerrar la puerta del garaje, y fui yo quien tuvo que cerrarla».