Andrés cabeza abajo

Andrés cabeza abajo iba pensando: ¡VAYA FAENA!
Acababa de ser engullido por un ogro y estaba cayendo por su garganta.
Con la mala suerte que tengo, seguro que en la barriga del ogro me encuentro con un dragón terrible que me quiere devorar.
¡Y así fue!
¡QUE MALA PATA!, pensaba Andrés, mientras caía, cabeza abajo, por la garganta del dragón. Seguro que este dragón acaba de comerse un oso salvaje al que le encanta comer niños.