El insólito conjunto que forman los protagonistas, respaldados por unos personajes secundarios convincentes, sorprende en estas aventuras bien ambientadas en escenarios dispares pero equilibrados en atractivo por los extremos. La tensión amorosa que da lugar a encuentros y desencuentros entre la pareja formada por Otilia y el capitán D. J. aporta una chispa reforzada por el sentido del humor que subyace a toda la novela. Los elementos fantásticos destacan por su originalidad, ya que proceden de los mitos de culturas poco conocidas, las de los jíbaros y los inuits. Aventuras, amoríos, humor y fantasía trenzan una lectura entretenida y amable.
El insólito conjunto que forman los protagonistas, respaldados por unos personajes secundarios convincentes, sorprende en estas aventuras bien ambientadas en escenarios dispares pero equilibrados en atractivo por los extremos. La tensión amorosa que da lugar a encuentros y desencuentros entre la pareja formada por Otilia y el capitán D. J. aporta una chispa reforzada por el sentido del humor que subyace a toda la novela. Los elementos fantásticos destacan por su originalidad, ya que proceden de los mitos de culturas poco... Seguir leyendo
El espíritu de los hielos

En el puerto de Nuuk, la pequeña capital de Groenlandia, los barcos reposaban inactivos sobre las frías aguas. El sol no se había puesto todavía. En aquella época del año, una luz tenue, pero molesta, se prolongaba hasta más allá de la medianoche. Era el lago día polar del solsticio de verano. El viejo puerto natural, como cualquier otro centro mercante de las costas árticas, acusaba la intensa actividad humana. Sin embargo, en aquellas horas del atardecer, el silencio se adueñaba de las inmensas grúas y nada estorbaba a las ratas que se deslizaban entre los contenedores para alcanzar los silos de grano.