César Fernández nos presenta una historia que además de entretener transmite valores humanos como el optimismo ante la vida, la lucha contra la adversidad o la búsqueda inteligente de soluciones. La imaginación del ratón Benjamín hará que los pequeños lectores vivan una trepidante aventura que desborda fantasía y entusiasmo. Todo ello apoyado por las ilustraciones de Susana Rosique, frescas, divertidas y sugerentes. Se trata en definitiva, de un libro que en un tono desenfadado y alegre va más allá de un simple cuento para niños. César Fernández nos presenta una historia que además de entretener transmite valores humanos como el optimismo ante la vida, la lucha contra la adversidad o la búsqueda inteligente de soluciones. La imaginación del ratón Benjamín hará que los pequeños lectores vivan una trepidante aventura que desborda fantasía y entusiasmo. Todo ello apoyado por las ilustraciones de Susana Rosique, frescas, divertidas y sugerentes. Se trata en definitiva, de un libro que en un tono desenfadado y alegre va más allá de un simple cuento para niños.

¡Sácame de aquí!

–Me aburro –dije a mis padres. Pero mis padres son los ratones más habladores de Ratolandia. ¡No paran!
–Benjamín, espérate un poco –me dijeron los dos, y continuaron hablando con el ratón vendedor de ordenadores. Bla, bla, bla, bla... ¿Por qué no se decidían ya por un cacharro de esos y nos íbamos al Parque de Atracciones de Ratolandia? Mis padres me habían dicho que, en cuanto comprasen uno, me sacarían una entrada para la montaña ratona.