Tomás pasa las vacaciones de verano con sus tíos, su padre está hospitalizado y su madre no puede ocuparse de él. Durante ese tiempo, el niño aprende a preparar café con leche, a jugar al rugby con su tío Simón y se divierte con su prima Inés, que estudia los insectos y le cuenta muchas cosas curiosas sobre ellos.
Un relato narrado en primera persona por su protagonista, que se acerca con cuidada sutileza al tema de la enfermedad y la muerte de un padre.
Tomás pasa las vacaciones de verano con sus tíos, su padre está hospitalizado y su madre no puede ocuparse de él. Durante ese tiempo, el niño aprende a preparar café con leche, a jugar al rugby con su tío Simón y se divierte con su prima Inés, que estudia los insectos y le cuenta muchas cosas curiosas sobre ellos.
Un relato narrado en primera persona por su protagonista, que se acerca con cuidada sutileza al tema de la enfermedad y la muerte de un padre.
Las orejas de los saltamontes
Las plantas, por ejemplo, no beben café con leche. No les gusta el café con lecha a las plantas o a las flores o a los árboles. A los pájaros tampoco. A mí sí. Yo a veces tomo el café con leche sin respirar. Toda la taza. Ese es un récord que yo tengo. Igual soy el único en el mundo que tiene ese récord.
Ayer aprendí la receta del café con leche. Me lo explicó la tía Martina.