Una mujer sola, Andrea, debe trabajar muchas horas. Un trabajo exigente, una jefa que aún lo es más y que le propone una jornada laboral excesiva. Un hijo de 11 años que depende de ella. Una familia lejana. La persona que cuida de su hijo, de pronto, no puede hacerlo más. Una gran culpa por dejar solo al hijo y ella que no confía en los vecinos. Así planteado es, aparentemente, una novela realista.
Pero también puede verse de otro modo. Branco se queda solo y no debe contarlo; su madre se lo ha pedido. Es la oportunidad de hacer aquello que más le gusta, dibujar cómics. Así puede pasar largas horas… Lo que para Andrea es un conflicto difícil, para Branco es la situación ideal. Pero, ¿lo que sucede es producto de la imaginación de un niño que pasa mucho tiempo en su mundo de fantasía o son hechos sobrenaturales los que suceden en esa casa?
Una mujer sola, Andrea, debe trabajar muchas horas. Un trabajo exigente, una jefa que aún lo es más y que le propone una jornada laboral excesiva. Un hijo de 11 años que depende de ella. Una familia lejana. La persona que cuida de su hijo, de pronto, no puede hacerlo más. Una gran culpa por dejar solo al hijo y ella que no confía en los vecinos. Así planteado es, aparentemente, una novela realista.
Pero también puede verse de otro modo. Branco se queda solo y no debe contarlo; su madre se lo ha pedido. Es la oportunidad de hacer... Seguir leyendo
Qué guapa tu madre
Desde la habitación, Branco oyó a su mamá por teléfono. Sonaba muy preocupada, de modo que dejó de dibujar y se acercó a la puerta.
- Rosa, no es posible. ¿Cómo sucedió? Sí, sí, la entiendo, me imagino, pero para mí es muy difícil arreglarme sin usted. Branco tiene 11 años y tengo miedo de dejarlo solo con las cosas que pasan ahora. No, si mi familia estuviera acá sería distinto, pero viven todos en Córdoba. No, acá no tengo a nadie. Por eso estaba tranquila de haber arreglado con usted para que se quedara con él de lunes a viernes de 8 a 13. ¿Está segura de que no podrá resolverlo? ¿Y si se toma unos días? Yo la espero, Rosa. Entiendo, sí. Bueno, le pido que si conoce a alguien que me pueda recomendar, me llame. Sí, ya sé que hoy en día es complicado recomendar, pero a lo mejor una sobrina, no sé, alguien que… no importa, comprendo. Bueno, Rosa, está bien. Alguna solución voy a encontrar. Espero que lo suyo también se resuelva de la mejor manera.