Malika Balembó
La historia de Malika Balembó, biznieta de piratas, con un parche negro cubriendo, ahora el ojo derecho, ahora el izquierdo, según su estado de humor o los recuerdos o lo que deseara mirar, y que contaba las mejores historias del mundo, comenzó una mañana de abril, un lunes para ser más exactos, cuando Fernando, el niño con gafas de miope y catarros permanentes, arrastraba su pesada mochila camino del colegio.