Andrés Felipe Solano es desafiado por la revista SoHo para realizar una crónica a partir de vivir seis meses en Medellín únicamente con el salario mínimo (el del año 2013). Aceptando el reto, Andrés Felipe abandona su vida como reconocido periodista para mudarse durante seis meses al barrio Santa Inés al nororiente de la ciudad con la familia Villa. Consigue un empleo en una pequeña fábrica de textiles en donde tiene que contar montones de camisetas, mamelucos y pantalones, además de desplazarse por distintos barrios de Medellín recogiendo pedidos.
Asimilando las dificultades que pasan miles de colombianos al vivir con solo un salario mínimo o incluso menos, Andrés Felipe Solano reconstruye las cicatrices de la época de Pablo Escobar en Medellín y descubre que con pequeños detalles como un jugo ofrecido por un extraño o una carta de una compañera se puede vivir feliz con muy poco.
Andrés Felipe Solano es desafiado por la revista SoHo para realizar una crónica a partir de vivir seis meses en Medellín únicamente con el salario mínimo (el del año 2013). Aceptando el reto, Andrés Felipe abandona su vida como reconocido periodista para mudarse durante seis meses al barrio Santa Inés al nororiente de la ciudad con la familia Villa. Consigue un empleo en una pequeña fábrica de textiles en donde tiene que contar montones de camisetas, mamelucos y pantalones, además de desplazarse por distintos... Seguir leyendo
Salario mínimo
Al iniciar este viaje, mis votos son los de un monje: pobreza y castidad. A mis treinta años he decidido ir a Medellín, a 450 kilómetros de Bogotá, la ciudad donde nací, donde estudié y donde trabajo como periodista. El único lugar que, a fin de cuentas, conozco bien. Voy a Medellín porque acepté el encargo de la revista SoHo, que me pidió un artículo acerca de cómo es vivir con el salario mínimo durante seis meses. ¿Por qué lo he hecho? ¿Por qué dejar mi cómoda y bien asalariada vida en Bogotá? Lo desconozco. Pero desde hace un tiempo los días se me van en trabajos periodísticos a destajo, y cada vez me resulta menos soportable el cariz que esa vida está tomando. Si hubiera nacido en otro país y en otro tiempo, quizás esta decisión equivaldría a alistarme en el ejército e ir a la guerra.