Un cuaderno de cuadrículas y un lápiz se convierten en la puerta de entrada a un largo y sugerente viaje. Dejándonos llevar por la línea oscura que dibuja la mina de grafito perfilamos ciudades, escalamos cumbres, sobrevivimos a terribles galernas en el mar... Todo sirve para escapar del tedio en una clase aburrida. Este fascinante recorrido, concebido con sencillez y mucha imaginación, es una invitación a la fantasía, a la creación artística y literaria del pequeño lector frente al tedio y los días grises. El texto, dispuesto en pequeños versos, comulga con el trazo errante de rectas y curvas que ayudan a soñar y a mirar mucho más allá de lo que vemos.
Un cuaderno de cuadrículas y un lápiz se convierten en la puerta de entrada a un largo y sugerente viaje. Dejándonos llevar por la línea oscura que dibuja la mina de grafito perfilamos ciudades, escalamos cumbres, sobrevivimos a terribles galernas en el mar... Todo sirve para escapar del tedio en una clase aburrida. Este fascinante recorrido, concebido con sencillez y mucha imaginación, es una invitación a la fantasía, a la creación artística y literaria del pequeño lector frente al tedio y los días grises. El... Seguir leyendo
La línea
Había una vez una línea
que se aburrió de dar
tantas vueltas
y escapó de la clase.
Atravesó la ciudad
y trepó las altas montañas.