Borbotea la cafetera, caminas descalza hacia la cocina saboreando la intensidad del aroma. Suenan algunas canciones para empezar el día con alegría. Al abrir la ventana, si la ciudad te lo permite, tal vez escuches el trino de algunos pájaros. Hoy habrá nuevos recibimientos y despedidas en las estaciones, cartas en los buzones y, como siempre, un nuevo atardecer. En ese transitar miles de pequeños momentos emocionantes que la autora recopila, de forma poética y evocadora, a través de una sucesión de poéticas descripciones, esquejes de vida cotidiana que sirven para reforzar el optimismo y apreciar el momento presente. Cada imagen, a página completa y en pequeño formato, refuerza el poder evocador de las palabras. Escogidas con precisión, emocionarán a los lectores preadolescentes y a todos aquellos que observan y aprecian el valor de cada segundo de nuestra existencia.
Borbotea la cafetera, caminas descalza hacia la cocina saboreando la intensidad del aroma. Suenan algunas canciones para empezar el día con alegría. Al abrir la ventana, si la ciudad te lo permite, tal vez escuches el trino de algunos pájaros. Hoy habrá nuevos recibimientos y despedidas en las estaciones, cartas en los buzones y, como siempre, un nuevo atardecer. En ese transitar miles de pequeños momentos emocionantes que la autora recopila, de forma poética y evocadora, a través de una sucesión de poéticas descripciones,... Seguir leyendo
Mis pequeños placeres
Abrir los ojos. Detenerse a entender la maravilla del simple hecho de abrir los ojos. Ahuyentar la prisa y observar, como quien contempla una obra de arte, ese cachito de cielo que el universo ha puesto a tu alcance en el hueco de una ventana. Respirar una bocanada de aire, un sorbo de vida. Recibir esas pequeñas cosas cotidianas como un regalo. El placer de las pequeñas cosas grandes.