Al abrir el telón, los dioses se presentan ante el gran público. Podríamos pensar que se trata de una seria historia de otro tiempo, con escaso interés para las nuevas generaciones. Sin embargo, desde los primeros lances el lector descubre que los temas que aparecen siguen vigentes en la actualidad y sin ellos incluso tal vez no existiría el presente. Amor, pasión, celos, muerte, conflictos personales... Ballester, con un lenguaje cercano y un profundo respeto a la cultura greco-latina, traza un relato mediante el que podemos conocer a distintos dioses, sus relaciones y las circunstancias que rodean el juicio de Paris, origen mítico de la guerra de Troya, aplicando el humor y el dinamismo a los diálogos. Giménez refuerza el valor de la obra con su colección de láminas que representan a los protagonistas, espigados y atléticos, como corresponde a la tradición, y en la que toman especial relevancia las vestimentas. Un proyecto teatral ideal para representar con preadolescentes.
Al abrir el telón, los dioses se presentan ante el gran público. Podríamos pensar que se trata de una seria historia de otro tiempo, con escaso interés para las nuevas generaciones. Sin embargo, desde los primeros lances el lector descubre que los temas que aparecen siguen vigentes en la actualidad y sin ellos incluso tal vez no existiría el presente. Amor, pasión, celos, muerte, conflictos personales... Ballester, con un lenguaje cercano y un profundo respeto a la cultura greco-latina, traza un relato mediante el... Seguir leyendo
¡Dichosa manzana!
- Los antiguos griegos creían que los dioses vivían en una montaña sagrada llamada Olimpo. Tenían dioses para todo: para la lluvia, para la música, para la guerra, para el amor...