El pequeño de la casa ha crecido y su padre decide que es hora de enseñarle algunas de las cosas más hermosas que se pueden disfrutar en la vida. Por eso, tras salir de la consulta y atravesar la ciudad, mientras los comerciantes acaban la jornada y comienzan a encenderse las luces de las farolas, se encaminan a un oscuro parque. Allí, observando detenidamente la bóveda celeste aparecerá, majestuoso, el universo. La vista se pierde entre las constelaciones y el tiempo se para, envuelto en la más profunda calma. Pero incluso en esos momentos tan maravillosos pueden surgir las sorpresas, y esta no es como otras que te hayas podido imaginar. Especialmente destacable la propuesta gráfica, compuesta por una colección de ilustraciones, esbozadas con una estética que realza los múltiples matices que ofrecen los lápices de colores, y que muestran la bonita relación que mantienen el padre y el hijo, así como los diferentes detalles que van apareciendo en su paseo por la urbe y el campo. Fue seleccionada como uno de los mejores libros ilustrados por Kirkus Reviews.
El pequeño de la casa ha crecido y su padre decide que es hora de enseñarle algunas de las cosas más hermosas que se pueden disfrutar en la vida. Por eso, tras salir de la consulta y atravesar la ciudad, mientras los comerciantes acaban la jornada y comienzan a encenderse las luces de las farolas, se encaminan a un oscuro parque. Allí, observando detenidamente la bóveda celeste aparecerá, majestuoso, el universo. La vista se pierde entre las constelaciones y el tiempo se para, envuelto en la más profunda... Seguir leyendo
Cuando papá me enseñó el universo
Un día, papá me dijo que me iba a enseñar el universo.
Porque le parecía que ya era lo bastante mayor.
- ¿Y dónde queda eso? –pregunté.
- Pues está un poquito lejos –dijo mientras se quitaba la bata blanca de dentista, salpicada de gotitas de sangre.