En el año 1519 cinco buques partieron de Sanlúcar de Barrameda (Cádiz) formando una expedición cuyo objetivo era fondear en las islas Molucas para tener acceso prioritario y control sobre el tráfico de uno de los bienes más preciados en aquellos momentos: las especias. El convoy hispano-portugués, financiado por la Corona española y capitaneado por Fernão de Magalhães -con Juan Sebastián Elcano al frente en el retorno, tras el fallecimiento del primero en la batalla de Mactán-;, fue sumando jornadas hasta completar la que está considerada como primera circunnavegación de la Tierra de la historia. Este hito es narrado en un libro informativo singular, que utiliza recursos del lenguaje del cómic, fragmentos de biografías y un largo catálogo de curiosidades para mostrar a los preadolescentes de hoy la magnitud de aquella epopeya. La escritora de literatura juvenil normanda, especializada en relatos históricos, retoma la crónica original de Antonio Pigafetta y aliña la información aportando múltiples y variados datos complementarios. La parte gráfica, que incluye algunos toques de humor, está construida con dibujos realistas y efectivos claramente influenciados por el estilo de la línea clara francobelga; corre a cargo de los jóvenes Rivalan –que se ha dedicado especialmente a la parte náutica-; y Odone, responsable del las creaciones complementarias y del color.
En el año 1519 cinco buques partieron de Sanlúcar de Barrameda (Cádiz) formando una expedición cuyo objetivo era fondear en las islas Molucas para tener acceso prioritario y control sobre el tráfico de uno de los bienes más preciados en aquellos momentos: las especias. El convoy hispano-portugués, financiado por la Corona española y capitaneado por Fernão de Magalhães -con Juan Sebastián Elcano al frente en el retorno, tras el fallecimiento del primero en la batalla de... Seguir leyendo
Magallanes. La primera vuelta al mundo en 1080 días
La pimienta, el clavo de olor, la canela, la nuez moscada y el jengibre son las especias más preciadas. Las transportan a lomos de camellos durante meses, deben pagar impuestos en cada frontera y van protegidas por soldados contra los ataques de piratas y ladrones. Por ello, cuando llegan a Europa, las especias cuestan cien veces más que su precio de origen.