Dos arcos narrativos y temporales sirven a la escritora emeritense afincada en el País Vasco para tejer esta novela, caracterizada por una prosa rica y variada con la que disfrutará también el lector juvenil con bagaje, al centrarse en la denuncia de la grave crisis ambiental en la que estamos sumidos, un tema de especial interés para los integrantes de la gen Z. La propuesta auna la realidad de los pescadores y balleneros vascos que en la época de Felipe II iniciaron expediciones transatlánticas (el aceite obtenido de la grasa de este cetáceo era un valioso combustible); con el panorama actual de aquellos océanos, testigos del paso del tiempo y de las innumerables malas prácticas llevadas a cabo por las diferentes generaciones. La cumbre que el G7 celebró en Biarritz aparece también como telón de fondo. La noticia sobre una ballena que apareció varada en una playa cercana justo en aquellos días sirve como semilla para confeccionar un relato comprometido con nuestro tiempo en el que los lectores desarrollarán su propio diagnóstico sobre los males que aquejan a nuestro medio ambiente y, más concretamente, a los mares. Al mismo tiempo el relato da voz a los propios habitantes del océano amenazados permanentemente por la toxicidad y describe la acción de grupos ecologistas que, conscientes de esta realidad, intentan boicotear la reunión de los "poderosos" dando voz a una ciudadanía descontenta. Trazas de thriller y una inteligente crítica social caracterizan también esta novela, especialmente interesante para generar grupos de debate o introducir en el ámbito escolar.
Dos arcos narrativos y temporales sirven a la escritora emeritense afincada en el País Vasco para tejer esta novela, caracterizada por una prosa rica y variada con la que disfrutará también el lector juvenil con bagaje, al centrarse en la denuncia de la grave crisis ambiental en la que estamos sumidos, un tema de especial interés para los integrantes de la gen Z. La propuesta auna la realidad de los pescadores y balleneros vascos que en la época de Felipe II iniciaron expediciones transatlánticas (el aceite... Seguir leyendo
OCEÁNICA
Avanzamos junto a ella sabiendo que no lo conseguirá, que terminará por claudicar y se abandonará a las corrientes y a las olas. Conocemos la historia; la canción de la agonía es la misma desde el origen de la vida, cuando el espacio y las bestias eran uno, cuando las montañas que hoy nos observan aún no habian nacido.