Han pasado cien años desde la publicación de una de las obras cumbre del célebre pedagogo, asesinado en un campo de concentración nazi en 1942 y cuya corta vida estuvo marcada por el compromiso en la defensa de los derechos de la infancia; y sin embargo, algunos de los preceptos sobre los que gira esta historia, lamentablemente, siguen estando de actualidad. Gobernar todo un país con solo diez años es difícil. Y más aún cuando estás asesorado por una plantilla heredada de ministros corruptos, atrapado en un sistema de gobierno lento, sobrecargado de burocracia e incapaz frente a una complicada realidad social. Mateíto decide ayudar a su reino desde la base, pensando siempre en lo que la gente de su edad querría –lo que provoca situaciones divertidas-; escuchando a sus amigos y viviendo junto al pueblo experiencias inolvidables que le ayuden a recuperar el espíritu de lo que fueron. Una imaginativa historia que permite diversos niveles de lectura, considerada uno de las mejores obras de la literatura polaca del siglo XX, en donde el humor, la empatía y el respeto por las ideas de los demás constituyen el eje central. La edición, en un formato elegante y atractivo, está aderezada con las inconfundibles ilustraciones de la artista Teresa Novoa, Premio A la orilla del viento de álbum ilustrado y algunas de cuyas propuestas han sido incluidas en el listado White Ravens de la Internationale Jugendbibliothek de Munich.
Han pasado cien años desde la publicación de una de las obras cumbre del célebre pedagogo, asesinado en un campo de concentración nazi en 1942 y cuya corta vida estuvo marcada por el compromiso en la defensa de los derechos de la infancia; y sin embargo, algunos de los preceptos sobre los que gira esta historia, lamentablemente, siguen estando de actualidad. Gobernar todo un país con solo diez años es difícil. Y más aún cuando estás asesorado por una plantilla heredada de ministros... Seguir leyendo
EL REY MATEÍTO I
Os voy a contar lo que pasó...
El doctor dijo que, si el rey no mejoraba en tres días, mala señal.
Sus palabras exactas fueron:
- El rey está muy enfermo y, si no mejora en tres días, mala señal.
Todos estaban muy preocupados, y el más viejo de los ministros se puso las gafas y preguntó:
- ¿Qué pasará si el rey no mejora?