A veces los hijos únicos reflexionan sobre cómo habría sido la vida con una hermana, a qué juegos habrían podido jugar... ¿Y si en vez de una hubiese habido, dos, tres, cuatro, cinco... hermanas? Sin duda, las posibilidades lúdicas se incrementan, así como la posibilidad de vivir inéditas aventuras. Pero aunque la realidad es otra, la resignación también ofrece dulces acicates, sobre todo cuando se tiene la posibilidad de disfrutar de la presencia de mamá. Un bonito cántico al amor filial y a la imaginación infantil que ofrece positivas lecturas para aquellos niños que, en algún momento, puedan sentirse solos cuando no hay hermanos, elaborado con un sello artístico que destila libertad creativa, en el que se aprecia la insistencia en algunos esquemas secuenciales que ya disfrutamos en ¡A la piscina!, el anterior título en el catálogo de Siruela de esta siempre original artista japonesa, cuyo estilo se caracteriza por ofrecer diseños amables, que ya ha obtenido importantes reconocimientos y galardones a nivel internacional.
A veces los hijos únicos reflexionan sobre cómo habría sido la vida con una hermana, a qué juegos habrían podido jugar... ¿Y si en vez de una hubiese habido, dos, tres, cuatro, cinco... hermanas? Sin duda, las posibilidades lúdicas se incrementan, así como la posibilidad de vivir inéditas aventuras. Pero aunque la realidad es otra, la resignación también ofrece dulces acicates, sobre todo cuando se tiene la posibilidad de disfrutar de la presencia de mamá. Un bonito... Seguir leyendo
Hermanas pequeñas
Si tuviera una hermana pequeña...
sería igualita a mí, pero en pequeño.
Si tuviera una hermana pequeña...
...siempre tendría con quién construir torres gigantes y jugar al escondite.