Mandrágora
Las noches de luna nueva son las más apropiadas para practicar magia negra. La persona que se hallaba aquella noche en los sótanos del castillo del rey Héctor lo sabía. Había estudiado durante años grimorios arcanos y tratados prohibidos sobre las artes nigrománticas. Había practicado con cientos de pequeños conjuros, con la esperanza de que así, poco a poco, su mente y su alma fuesen abriéndose a las oscuras fuerzas que pretendía invocar aquella noche.