La tetería del oso malayo
A la carga, de nuevo. El mecanismo vuelve a girar.
La maquinaria de historias adecenta sus engranajes y afronta el camino con ánimo de novedad.
Ruge el garabatero abrazando vigilia, se despierta.
De nuevo.
Atrás queda la estación del circo, vencido el desaliento: cambia el ruedo. Relinchan cafeteras, los licores invaden de negro el horizonte de autorcillo valiente.
Bosteza y se estira.
Nuevos telones se descubren.