¡Caso resuelto!
Incluso los que no han tenido ocasión de tratar a Thomas P. Stanwick tienden a quedar un tanto impresionados por su apariencia. De aspecto larguirucho y algo desgarbado, mide un metro ochenta y cinco. Una abundante cabellera castaña y un frondoso bigote sirven de complemento a sus delgadas facciones. Aunque no sea de constitución corpulenta, es sorprendentemente fuerte y goza de una salud espléndida. Sus orígenes y su vida anterior son un misterio. Sin embargo, no cabe duda de que recibió una excelente educación.