Con una prosa cuidada y unas hermosas imágenes la obra llama la atención sobre los cambios sutiles que se producen en la naturaleza en el momento del paso de la primavera al verano. Resulta doblemente interesante que el escenario sea el propio de nuestras latitudes y que los personajes sean animales a los que pocas veces se da protagonismo: dos comadrejas y un martín pescador. Un álbum para aprender a amar la naturaleza.
Con una prosa cuidada y unas hermosas imágenes la obra llama la atención sobre los cambios sutiles que se producen en la naturaleza en el momento del paso de la primavera al verano. Resulta doblemente interesante que el escenario sea el propio de nuestras latitudes y que los personajes sean animales a los que pocas veces se da protagonismo: dos comadrejas y un martín pescador. Un álbum para aprender a amar la naturaleza.
El último día de primavera
Empieza a clarear y da gozo ver los campos. Las tiernas hojas se despliegan cargadas de rocío mientras las abejas, con su inconfundible zumbido, vuelan incansablemente de un lado a otro. Los pájaros cantores ya han iniciado su concierto matinal.
Dos comadrejas observan embelesadas el espectáculo. De repente, se deslizan astutamente entre el verdor y salen a recorrer mundo...