¡Qué se le va a hacer!
-Esta es mi amiga Ruby -dijo Yasmin para presentarme a su abuela.
-Tu mejor amiga -la corregí en un susurro.
-¡Qué se le va a hacer! -respondió ella.
Su abuela se levantó de la butaca, extendió las manos y me pellizcó las mejillas. ¡Menuda fuerza, para una adorable viejecita! Aquellas manazas parecían más bien la mandíbula de un cocodrilo. Si dijera que me asusté, me quedaría corta: casi grité de dolor.