Érase un hombre sin equipaje, sin familia, sin hogar... que vagaba de ciudad en ciudad, de pueblo en pueblo. Sólo cargaba una enorme e interminable escalera, porque era "el hombre que encendía las estrellas". El texto nos conduce a un mundo de sueños, mundo ideal de metáforas, de ficción entre brumas y vientos. Un álbum con una atmósfera melancólica y triste, que derrocha lirismo y poesía en cada página. Las ilustraciones realistas de John Howe reproducen el tono poético del relato, con colores fríos que expresan el silencio y la quietud en cada plano.
Érase un hombre sin equipaje, sin familia, sin hogar... que vagaba de ciudad en ciudad, de pueblo en pueblo. Sólo cargaba una enorme e interminable escalera, porque era "el hombre que encendía las estrellas". El texto nos conduce a un mundo de sueños, mundo ideal de metáforas, de ficción entre brumas y vientos. Un álbum con una atmósfera melancólica y triste, que derrocha lirismo y poesía en cada página. Las ilustraciones realistas de John Howe reproducen el tono poético del relato, con colores... Seguir leyendo
El hombre que encendía las estrellas
Érase un hombre sin equipaje, sin familia, sin hogar, algo así como un vagabundo que no venía de ningún lugar y que se dirigía a cualquier parte. Llevaba un abrigo rojizo y una escalera al hombro.
La voz del viento seguía el ritmo de sus pasos por entre la hierba y las cañas.