Un día en la granja
–Martín, Elena, quiero hablar con vosotros –dijo el señor Cantalombardi.
Estábamos en la terraza de su ático, haciendo los deberes. Muchas tardes vamos a su casa y nuestro amigo nos ayuda a resolver las dudas de Matemáticas, de Conocimiento del Medio o de Lenguaje. Y nosotros le ayudamos a trabajar en el invernadero. Tiene una barbaridad de plantas y cultiva semillas, y después salen orquídeas, crisantemos, amapolas, unas flores que pierden los pétalos sólo con mirarlos.