Ángel Martínez es profesor de Filosofía. Recién enviudado, en un deseo de sobrevivir a una soledad insoportable, se traslada a Alfarache, un pueblo inventado, trasunto de la localidad sevillana de San Juan de Aznalfarache y uno de los de mayor índice de inmigrantes de la provincia. Allí se instala en la Torre, un bloque de pisos que sirve de refugio a todos los que llegan al pueblo. Las relaciones de los personajes ponen de manifiesto la confusión en la que viven los seres humanos, oprimidos y separados por la presión social. El libro da pie para hablar de la vida que nos rodea y de nuestro grado de compromiso y acción ante asuntos como la inmigración, la soledad o la amistad.
Ángel Martínez es profesor de Filosofía. Recién enviudado, en un deseo de sobrevivir a una soledad insoportable, se traslada a Alfarache, un pueblo inventado, trasunto de la localidad sevillana de San Juan de Aznalfarache y uno de los de mayor índice de inmigrantes de la provincia. Allí se instala en la Torre, un bloque de pisos que sirve de refugio a todos los que llegan al pueblo. Las relaciones de los personajes ponen de manifiesto la confusión en la que viven los seres humanos, oprimidos y separados por la... Seguir leyendo
Una habitación en Babel
La Torre no es Babel, pero podría serlo: por las ansias desmedidas, por la confusión que contiene. Nada más llegar al pueblo se la ve. Su imponente figura de gigante famélico del desarrollismo de los años sesenta, la deja torpemente en evidencia, como un gigante jubilado, junto al resto de los edificios. Nadie puede permanecer en su puerta más de dos minutos: un río de vida y confusión se precipita hacia dentro y hacia fuera incesantemente y arrastra al que allí permanece.