Un divertido cuento que narra la historia de un príncipe que no sabía reír hasta que descubrió la sorpresa que encerraba un reloj de cuco defectuoso. Cuando salía el pajarito a decir «cucú», su pequeño defecto hacía que ningún niño pudiera aguantarse la risa. Relato imaginativo, con todas las virtudes de un cuento clásico y con cierto aire irreverente que lo hace aún más atractivo. La historia se ilustra con los excelentes dibujos a color de Miguel Calatayud, que aportan un gran valor extra a esta obra.
Un divertido cuento que narra la historia de un príncipe que no sabía reír hasta que descubrió la sorpresa que encerraba un reloj de cuco defectuoso. Cuando salía el pajarito a decir «cucú», su pequeño defecto hacía que ningún niño pudiera aguantarse la risa. Relato imaginativo, con todas las virtudes de un cuento clásico y con cierto aire irreverente que lo hace aún más atractivo. La historia se ilustra con los excelentes dibujos a color de Miguel... Seguir leyendo
El reloj que no decía cucú
En Castelburgo nadie lo comentaba, pero todos sabían que Tristán, el príncipe heredero, no sabía reír.
Tenía dos habitaciones llenas de juguetes. Doce perros. Un cervatillo.
Pero no era feliz.
Sus padres, los reyes, se sentían tan tristes que también ellos perdieron la costumbre de reír.
Como sus súbditos los querían mucho, empezaron a pensar que tampoco ellos debían reír. Por eso se prohibieron las fiestas con payasos, contar chistes y leer libros divertidos.