Poco antes de morir, la madre de las hermanas Penderwick tiene a su cuarta hija, Risitas, quien rápidamente se incorporará a la piña que hacen las otras tres, todas traviesas y revoltosas. Rosalind es la mayor y la “jefa” del clan, Skye es una forofa del fútbol y Jane una fanática de la literatura. Como en toda familia, tienen sus más y sus menos. Pero cuatro años después de la muerte de la madre, unirán sus fuerzas para intentar desbaratar el plan de la tía Claire, que quiere que su hermano, el señor Penderwick, vuelva a casarse. Novela que de forma entretenida, aporta una reflexión sobre las relaciones familiares.
Poco antes de morir, la madre de las hermanas Penderwick tiene a su cuarta hija, Risitas, quien rápidamente se incorporará a la piña que hacen las otras tres, todas traviesas y revoltosas. Rosalind es la mayor y la “jefa” del clan, Skye es una forofa del fútbol y Jane una fanática de la literatura. Como en toda familia, tienen sus más y sus menos. Pero cuatro años después de la muerte de la madre, unirán sus fuerzas para intentar desbaratar el plan de la tía Claire, que quiere que su hermano, el... Seguir leyendo
En casa de las Penderwick
Hacía ya una semana que su madre y la recién nacida estaban en el hospital, y a pesar de que las tres pequeñas Penderwick la habían visitado a diario, en ocasiones incluso dos veces al día, no era suficiente. Las niñas querían que volviese a casa de una vez.
–¿Cuándo, mamá? –preguntó Jane, la menor de las tres.
–Ya se lo has preguntado cinco veces y te ha dicho que no lo sabe –intervino Rosalind, que era la mayor y se sentía responsable de las demás, a pesar de que sólo tenía ocho años–. ¿Puedo agarrar a Risitas, tía Claire?
Con mucho cuidado, la tía Claire, que era la hermana del padre de las pequeñas, le entregó la criatura a Rosalind.