Un vecino lleno de sorpresas

Elena va a mi clase y, encima, vive en el mismo edificio que yo. Esto quiere decir que cada día vamos juntos al colegio o volvemos juntos a casa. Todo el día arriba y abajo con mi vecina. En la clase ya preguntan que si somos novios. Ella se ríe, porque le encanta hacerme rabiar, y a mí me da ganas de devolver. Y por si eso fuera poco, Elena sube cada día a hacer los deberes a mi casa.