El autor en esta nueva entrega de la ya larga serie de Pisco nos informa de que nos encontramos ante el último libro de la colección. Su protagonista, Pisco, vive aventuras más o menos desgraciadas siempre acompañado por su hermana Anita, que todavía habla con la z, pero que sin embargo es temida por su astucia y por su apodo, la Pirata Malasangre. Una fresca historia que entretendrá a los pequeños y les hará comprender una vez más que si ponemos en marcha la imaginación, la mayoría de las veces nos llegan ideas divertidas a la cabeza. El autor en esta nueva entrega de la ya larga serie de Pisco nos informa de que nos encontramos ante el último libro de la colección. Su protagonista, Pisco, vive aventuras más o menos desgraciadas siempre acompañado por su hermana Anita, que todavía habla con la z, pero que sin embargo es temida por su astucia y por su apodo, la Pirata Malasangre. Una fresca historia que entretendrá a los pequeños y les hará comprender una vez más que si ponemos en marcha la imaginación, la mayoría de las veces nos llegan ideas divertidas a la cabeza.

Pisco y la penúltima aventura del capitán Caimán

Siempre hay que decir la penúltima

Pisco y Anita miraban fijamente una planta, en una de cuyas hojas había una mosca muerta.
–Creo que nos timó –dijo Pisco–. No es carnívora.
–¡Ezto noz paza por no hacer cazo a mamá, y hablar con desconocidos!
–Pero si no hablas con desconocidos... ¿cómo vas a conocer a alguien? –se preguntó Pisco.
En el día de la Madre habían comprado unas flores en un puesto callejero. Pisco había preguntado si tenían plantas carnívoras, y el señor le había dicho que sí, y le había vendido una.