El veterano de la guerra de Afganistán, Piotr Alexandrevich Tronov, se comunica por radio con uno de sus ayudantes, Salyjin, y escucha cómo es abatido por un disparo. No es el primer caso, por lo que Olga Lebedinskaya, la encargada de velar por la seguridad de la región y del monte Altai, llama a su fiel amigo Sean Faolain, un irlandés aventurero y eximio escalador, para que encuentre a los contrabandistas o pistoleros que, entre otras cosas, incomodan a los hombres de Alma, los últimos neandertales, que están al borde de la extinción. El veterano de la guerra de Afganistán, Piotr Alexandrevich Tronov, se comunica por radio con uno de sus ayudantes, Salyjin, y escucha cómo es abatido por un disparo. No es el primer caso, por lo que Olga Lebedinskaya, la encargada de velar por la seguridad de la región y del monte Altai, llama a su fiel amigo Sean Faolain, un irlandés aventurero y eximio escalador, para que encuentre a los contrabandistas o pistoleros que, entre otras cosas, incomodan a los hombres de Alma, los últimos neandertales, que están al borde de la extinción.

El enigma Altai

Veterano de la guerra de Afganistán, Piotr Alexandrevich Tronov, jefe de los guardas de la reserva natural de las Montañas Doradas de la pequeña República de Grono Altai, maldecía la que seguramente ya sería su última ocupación. El antiguo suboficial del ejército soviético aborrecía las largas caminatas cargando con el equipo de alta montaña imprescindible durante el invierno: mochila, tienda arma de tiro largo, prismáticos, trajes de nieve, crampones, bastones, piolets. Aborrecía las horas interminables vigilando.