El eslabón de cristal
Había dos carteles pegados en la puerta. En uno ponía:«¡Sí, la fiesta es aquí!», en grandes letras de colores dibujadas por el propio Héctor. En el otro, debajo, «Feliz cumpleaños, Héctor» con la letra de Aurora, su madre, un poco vacilante a causa del principio de artritis que sufría. Dentro de la casa, los muebles del comedor habían sido retirados para hacer sitio a una gran mesa montada con cuatro caballetes y dos puertas.