El día de su cumpleaños, Lola se despierta muy nerviosa: hoy ella es la reina, es su día, todos la felicitan, le hacen regalos, y vienen a su fiesta de cumpleaños disfrazados de piratas para homenajearla. Está contenta porque hoy es su día, aunque a veces parece que hoy todo le molesta. No le gustan las bromas de sus amigos, y no ser la primera en encontrar el tesoro que papá ha escondido en el jardín... Los nervios le hacen enfadarse más de la cuenta, hasta que decide esconderse y no jugar con nadie más.Los días especiales no siempre son fáciles para los niños. Los nervios afloran, e incluso en días tan bonitos para ellos como su propio cumpleaños, a veces la tensión les hace protagonizar rabietas o enfados y son ellos quienes lo pasan peor. Una interesante herramienta para trabajar la educación de emociones contradictorias.
El día de su cumpleaños, Lola se despierta muy nerviosa: hoy ella es la reina, es su día, todos la felicitan, le hacen regalos, y vienen a su fiesta de cumpleaños disfrazados de piratas para homenajearla. Está contenta porque hoy es su día, aunque a veces parece que hoy todo le molesta. No le gustan las bromas de sus amigos, y no ser la primera en encontrar el tesoro que papá ha escondido en el jardín... Los nervios le hacen enfadarse más de la cuenta, hasta que decide esconderse y no jugar con nadie más.Los... Seguir leyendo
¡Feliz cumpleaños, Lola!
Hoy Lola se levanta de la cama de un brinco. Es su cumpleaños. -¡Vaya, parece que estás muy contenta esta mañana! –le dice Papá.-¡Papá, di que sí! ¿Me aúpas como un ascensor, como cuando era pequeña? – Acto seguido, Lola aprieta la nariz de Papá como si pulsara un botón. “¡Vvvvvvvvv!”, hace Papá.La fiesta de cumpleaños no es hasta la tarde. “¡Qué lata, tener que esperar tanto!”, piensa Lola.-¡A comer! –llama Papá. Lola se sienta a la mesa, ya disfrazada. Está demasiado nerviosa para comer.