Mateo es el hilo conductor de cada una de las historias que se cuentan, al atardecer, en el oasis de Jaisalmer. Fue precisamente en ese oasis donde se detuvieron los tres Reyes Magos para descansar de su largo viaje siguiendo la Estrella que les guió hasta Belén. Mateo escucha atentamente las historias que cuentan todos los viajeros que paran allí, pero presta especial interés a las que le cuentan Melchor, Gaspar y Baltasar. No quiere perderse ningún detalle, sueña con poder escribirlas un día para que otros las puedan leer.Mateo es el hilo conductor de cada una de las historias que se cuentan, al atardecer, en el oasis de Jaisalmer. Fue precisamente en ese oasis donde se detuvieron los tres Reyes Magos para descansar de su largo viaje siguiendo la Estrella que les guió hasta Belén. Mateo escucha atentamente las historias que cuentan todos los viajeros que paran allí, pero presta especial interés a las que le cuentan Melchor, Gaspar y Baltasar. No quiere perderse ningún detalle, sueña con poder escribirlas un día para que otros las puedan leer.
Historias del año de la Estrella
El oasis de Jaisalmer brillaba, radiante, bajo el sol de mediodía. -¡¡Uuuna caravaaanaa!! -gritó Mateo desde lo alto de la torre. Mateo tenía siete años y una vista de águila. Por eso, desde aquella atalaya, vigilaba la llegada de viajeros. Él mismo había reclamado aquel trabajo. En el oasis era muy útil conocer cuanto antes la llegada de una caravana. Así tendrían tiempo de hacer los preparativos para recibirla.