Enmarcadas en los encuentros con su vecino, Paulina desgrana historias que van desde lo más tierno, como la historia de un abedul que se enamora de ella, hasta historias con reminiscencias clásicas, como la de El Príncipe del Viento, que recuerda en cierto modo a El Principito y da título al volumen. Con un estilo desenfadado, ágil y con ciertos guiños al adulto, el autor retrata a una niña simpática, creativa, con cierta dosis de sensatez que nos acerca el rico mundo de la imaginación infantil.
Enmarcadas en los encuentros con su vecino, Paulina desgrana historias que van desde lo más tierno, como la historia de un abedul que se enamora de ella, hasta historias con reminiscencias clásicas, como la de El Príncipe del Viento, que recuerda en cierto modo a El Principito y da título al volumen. Con un estilo desenfadado, ágil y con ciertos guiños al adulto, el autor retrata a una niña simpática, creativa, con cierta dosis de sensatez que nos acerca el rico mundo de la... Seguir leyendo
Paulina y el Príncipe del Viento
Paulina es hija de los Thalmeyer. Creo que es la sexta de la prole, aunque también podría ser la séptima. Los Thalmeyer tienen tantos hijos que incluso al padre le cuesta a veces saber cuántos son. La familia vive al final de mi calle. Cuando Paulina va al colegio, pasa por delante de mi casa. A veces, me hace una breve visita después de clase. Entonces, le regalo caramelos, chocolate o fruta, y ella, a cambio, me suele regalar una historia.