¡Eureka!
Un mago tiene mucho de ladrón. Si un mago posee unas manos rápidas, puede hacer desaparecer cosas. Puede incluso hacerse desaparecer a sí mismo. Me encontraba oculto en las sombras del callejón, esperando al mago. Era a principios de invierno y hacía frío. La niebla del río y el hollín de las fábricas inundaban el aire de la noche y las calles estaban vacías y silenciosas.