Atlas de música I

Desde hace milenios, el placer de la música se halla profundamente arraigado en el hombre. Junto a la religión, la música se cuenta entre las necesidades espirituales más primigenias del ser humano. Ni siquiera en nuestro mundo tecnificado se ha atrofiado esta necesidad de música. Aunque la famosa frase de Goethe «...un fenómeno como Mozart sigue siendo un milagro que no tiene verdadera explicación» conserva aún su validez, y pese a que no puede aprenderse la percepción de la belleza musical, la forma musical puede explicarse, del mismo modo que la técnica musical.