¡Elemental, querida Wanda!
-Araminta, ¿dónde has metido mis ranas?
Pero ¿qué clase de pregunta es esa? Aunque la semana pasada eso fue exactamente lo que Barry Wizzard me preguntó.
No le respondí.
No le respondí porque cuando alguien ha perdido algo en la casa encantada siempre dice: «Araminta, ¿dónde has metido mi...?», y aquí se puede acabar la frase con lo que se te ocurra, y lo más probable es que alguien crea que yo lo he metido en algún sitio. Y no sé por qué.
Tomemos como ejemplo lo que ocurrió ayer...