El tigre dientes de sable
–Hoy te mostraré cómo hacemos una partida de caza, pero tendrás que estar muy quieto y en silencio.
–Te prometo que no me moveré de mi sitio. ¿Adónde iremos? –pregunta Raúl.–A la gran charca cerca del río. Allí es donde los animales van a beber agua.
–¿Y por qué no montáis el poblado junto al río?
–¿Estás loco? De noche sería muy peligroso. Además hay demasiados mosquitos –respondió Rod.
–Claro, por eso os untáis con barro.
–Sí, para que no nos piquen.