El último unicornio
La tormenta se avecina y el aire está electrizado, tan húmedo y bochornoso como solo puede estarlo en una noche de Nueva Orleans. Arcana sabe que el hombre lobo va a venir. Reza para que todas las precauciones que ha tomado no sean en vano. Reza para que él haya traído el objetivo de su misión...
—¿Elayne?
Elayne se sobresaltó. No estaba en una vieja mansión de Luisiana, sino en su dormitorio de Nueva York.