Son pocos los libros-álbumes que asumen conflictos éticos cotidianos sin incurrir en los estereotipos, las resoluciones simplonas y la moraleja edificante. Éste es uno de esos casos excepcionales en los que se aborda un tema complicado desarrollando su complejo trasfondo afectivo sin menospreciar la inteligencia, la sensibilidad y la empatía del destinatario infantil. El resultado es un libro que propicia tanto la reflexión introspectiva como la posibilidad de identificar emociones que pocas veces aceptamos en nosotros mismos.Son pocos los libros-álbumes que asumen conflictos éticos cotidianos sin incurrir en los estereotipos, las resoluciones simplonas y la moraleja edificante. Éste es uno de esos casos excepcionales en los que se aborda un tema complicado desarrollando su complejo trasfondo afectivo sin menospreciar la inteligencia, la sensibilidad y la empatía del destinatario infantil. El resultado es un libro que propicia tanto la reflexión introspectiva como la posibilidad de identificar emociones que pocas veces aceptamos en nosotros mismos.
Adiós Manoplas
Manoplas es mi conejo-bobo. Es incapaz de mantener sus orejas tiesas como los demás conejos. Es gordote, blandito, muy suave y roe los cables eléctricos de la casa. Hay que reconocer que como compañero de juego es una nulidad. No sabe jugar al fútbol, ni pelear, ni distingue un vaquero de un indio. Y además, mi mejor amigo no puede ser un conejo, porque ya no soy un bebé. Así que voy a librarme de él.