El oro de los carlistas
Gorostiza Larrea, Nicolás.
-Presente.
Como mi padre, mi abuelo y mi bisabuelo, nací en Bilbao. Y como a ellos me pusieron de nombre Nicolás. En el momento de mi relato contada dieciséis años y creo recordar que en conjunto era un buen chaval.
Aquel sábado, 7 de marzo de 1835, fue el último día que pronunció mi nombre el maestro, don Mariano Ibargüen, al pasar la lista en clase. Aunque solamente éramos dieciocho alumnos y le bastaba poco más que un vistazo para comprobar si estábamos todos, le gustaba esta rutina cotidiana de interrogar nuestra presencia en la escuela de arte y dibujo de Achuri mediante los dos apellidos y el nombre.