A algunos niños les encantan los animales. Pero muchos padres no permiten a sus hijos tenerlos en casa. Esta es una historia sencilla y cotidiana, que acaba en un desastre: nada sale como estaba previsto. De pronto, la casa se convierte en un zoológico fantástico donde pasan las más increíbles aventuras. La historia, por el camino de la diversion y el disparate, permite abordar un asunto que, tarde o temprano, suele ser objeto de debate -e incluso de polémica- en la familia.A algunos niños les encantan los animales. Pero muchos padres no permiten a sus hijos tenerlos en casa. Esta es una historia sencilla y cotidiana, que acaba en un desastre: nada sale como estaba previsto. De pronto, la casa se convierte en un zoológico fantástico donde pasan las más increíbles aventuras. La historia, por el camino de la diversion y el disparate, permite abordar un asunto que, tarde o temprano, suele ser objeto de debate -e incluso de polémica- en la familia.
Cumpleaños con animales
Voy a contarles lo que pasó cuando cumplí 10 años. Eso fue hace mucho tiempo, pero lo recuerdo como si acabara de suceder. Y lo que no recuerdo, lo invento, para que así sea un cuento. Desde que tenía 2 años había querido tener un animal. Un animal vivo. Sólo eso. Era lo que más deseaba en la vida. Todos lo sabían, pero se negaban a cumplir mi deseo.