Así van leyes donde quieren reyes
Con un pincel de punta finísima, casi de un solo pelo, mojado en tinta negra y sujeto firmemente entre los dedos pulgar e índice en una posición casi vertical, escribió con una letra diminuta y su mejor caligrafía: "Andrés lo hizo". Una sonrisa traviesa se extendió por su rostro. Dejó el pincel en el vaso de cuerno que estaba encima del escritorio y tomó otro más grueso que humedeció en un brillante color rojo.